José de San Martín

 

"El mejor gobierno, no es el más liberal en sus principios sino aquel que hace la felicidad de los que obedecen empleando los medios adecuados a este fin."

José de San Martín (25/02/1778 - 17/08/1850)

📷 en Plaza Independencia, Chascomús

Suculentas

 

Mis suculentas sobreviven estoicas a mi escaso cuidado.

Por eso me gusta rendirles homenaje.

Esta Echeveria Elegans posó para mí con toda su elegancia,

hasta dejó que me acerque lo suficiente

como para ver el interior de su alma.

Ocaso en el río

Tengo especial debilidad por los atardeceres.

Los colecciono como quien colecciona caracoles de la playa.

Si pudiera, los guadaría en una cajita.

Mis favoritos son los de color naranja.

Y si están enmarcados por el río, mucho mejor.

Entre la bandera y el invierno

 Ayer fue el día de nuestra bandera, la más linda de todas (perdón, pero no me pidan objetividad). 

Último post de otoño

 Caminata en la última semana de otoño.

Ahora, nos preparamos para el invierno. Voy a extrañar estos colores, porque, a mi criterio, el otoño se quedó con la paleta más linda.

Una flor y una mariposa

 

A veces, cuando vengo floja de inspiración, subo a la terraza con mi ojo negro. Ahí tengo todo lo que necesito: aire puro, sol, luces y sombras, unos atardeceres de ensueño (que ameritan una entrada aparte) y algunas plantas, no muchas, pero las suficientes como para hacer algunas fotos. Son ideales para la fotografía macro, siempre hay algún brote nuevo, alguna gota de lluvia que ha quedado rezagada después de la tormenta, algún bichito buscando su sustento.

Historias de bar

 

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Entro al bar con la intención de despejarme un poco. Estuve toda la mañana dándole vueltas a esa historia que mi editor me está pidiendo y que no consigo escribir. No se me ocurre nada.

    No hay mucha gente, una mujer que está guardando sus cosas dentro de su cartera, a punto de retirarse; un joven con su teléfono y auriculares, abstraído de todo y una pareja, sentados uno frente a otro, en un incómodo silencio. Detrás del mostrador, el encargado del local acomoda la vajilla limpia que trae de la cocina.

    Elijo la mesa junto a la ventana y de espaldas a la puerta. Me acuerdo de las palabras de mi hija que siempre me dice que tengo que sentarme de frente a la puerta, así puedo estar atento a quien entra y quién sale, por si pasa algo. Me quedo donde estoy, la vista que me ofrece la ventana es mucho más atractiva que la que me brinda la entrada. En definitiva, se está por largar a llover y no creo que venga nadie más.