A veces, la oportunidad de una foto aparece en el momento
menos pensado. La mayoría de las veces, me animo a decir. Y eso fue lo que
ocurrió con este atardecer.
Esa tarde subí a mi terraza a buscar la ropa que ya
estaría seca y, de paso, regar las plantas, cuando me encontré con esta
maravilla de la naturaleza: un sol rojo fuego que se estaba despidiendo hasta
el día siguiente.
Me olvidé de la ropa y de las plantas y bajé corriendo a
buscar la cámara, rogando que tuviera la batería cargada. En los atardeceres
los minutos cuentan. Subí y disparé: el resultado está a la vista. La naturaleza es mágica,
nunca me canso de decirlo.
Son momentos emocionantes que temes que pasen y no puedas captar esa magia del atardecer. Hermosas fotos. Un saludo.
ResponderBorrarAsí es, cada atardecer es único e irrepetible.
BorrarGracias por pasar, saludos :)
Cuenta con unas buenas vistas desde tu terraza. Ahora tengo que regar las plantas diariamente y las tengo repartidas entre la terraza , el balcón y los patios. El calor no nos quiere abandonar.
ResponderBorrarFeliz fin de semana.