Me desperté esta mañana con
unas ganas tremendas de quedarme todo el día en la cama
leyendo. Luché contra eso durante un rato.
Me asomé entonces a la ventana y estaba lloviendo.
Y me rendí. Me dediqué por entero
al cuidado de la mañana lluviosa.
¿Viviría mi vida otra vez?
¿Con los mismos errores imperdonables?
Sí, a la mínima posibilidad que tuviera. Sí
(Lluvia – Raymond Carver)
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